jueves, 2 de diciembre de 2010

Sangre de mi yo

Gracias por estar,
estar desde el primer día.
Gracias por ser amor,
en los días más oscuros.

Yo,
futuro de mi antes,
pasado de mi después,
fruto del amor,
hijo de Carmen y Miguel.
Nieto de Antonia,
y de aquellos que se fueron.

Yo,
Miguel León,
esclavo de mis noches,
esclavo de mis días,
nací sin permiso,
y así un sin permiso soy,
como Zapata.

¿Que quiero interpretar?
solo mi corazón lo sabe,
pues escribo por lo escrito,
pues escribo porque siempre
creíste en mí.

Mi hermana me dijo "Ante todo nunca, por nada, por nadie, ni siquiera por ti, dejes de escribir", y así haré, porque ella es la estrella que guía mi camino, camino fijado en el cielo, camino que correré por ella.

Cada día de tristeza, es eterno, entonces hablo con el papel y me recuerda que estos días pasan, y que solo son borrones de tinta, causadas por las lagrimas que estallan en el papel, un día malo, pero solo es un día.
La tristeza, va y viene en busca de compañía y la luna me dice que se siente sola, la almohada no me habla, dice que solo le busco cuando a mi me interesa, y mi diario esta confuso, por mi falta de constancia, si no sabe más que lo que le cuento y no le cuento ni la mitad, no me puedo quejar, pues es la falta de comunicación la que causa mis malentendidos.
No soy poeta, solo escribo, lo que mi corazón susurra y me cuenta al oído.

No hay comentarios:

Publicar un comentario